El mundo ha cambiado mucho desde que en 1997 tres organizaciones (Cogami, Faxpg y Fademga) se unieron para crear una asociación que representase y promocionase a los Centros Especiales de Empleo Sin Ánimo de Lucro.
Este año cumplimos 25 años. Cuando comenzamos nos llamaban “los comunistas” pero nosotros no somos comunistas, no tenemos colores políticos. El único color que tenemos es las personas con discapacidad. Nacimos porque había una necesidad, porque las personas con discapacidad – y yo soy persona con discapacidad- no teníamos acceso a un trabajo en la empresa ordinaria. Los empresarios no nos contrataban. Entonces teníamos la ley de los 80 que nos facilitaba esta herramienta para contratar a nuestra gente y aportar al tejido productivo de España y, en aquel momento, de Galicia.
¿Por qué les llamaban “los comunistas”?
Porque éramos sin ánimo de lucro. Eso significa que todos los beneficios, porque las empresas tienen que tener beneficios, los reinvertíamos en tecnología, en formación, y en generar más empleo y en más empresas; y que los dueños no eran personas individuales, sino que eran las asociaciones con discapacidad. Eso es algo muy importante porque nosotros decimos que con las personas con discapacidad no se pueden hacer negocios. Hay que enseñarles la filosofía empresarial, la responsabilidad, el trabajo, dotarlas de todas las herramientas posibles para ir profesionalizándose; pero los beneficios tienen que volver al punto de partida. Si no es así, lo estamos haciendo mal.
Con esa filosofía fueron creciendo.
Hoy hay en Galicia 1842 contratos fijos, no es que lo diga yo, lo dice la auditoría de la Xunta de Galicia. Y seguimos creciendo. Estamos presentes en 14 tejidos productivos y somos referente para toda España en contratos reservados.
¿Y cómo lo hacen?
Cegasal está presente en las administraciones velando para que se cumpla la ley. También estamos en las organizaciones empresariales porque hay que estar en esos círculos, porque nosotros somos empresarios. Además, hay que recordarles que existen leyes que deben ser cumplidas y que tienen alternativas para poder trabajar con nosotros, comprar nuestros productos y servicios. Nuestra filosofía la estamos transmitiendo al resto de España. Y somos ejemplares, ese es el gran acierto que tuvieron hace 25 años las tres organizaciones fundadoras. Además, a día de hoy, tanto la sociedad como las administraciones y el tejido empresarial gallego saben que hay una organización que está dando respuesta.
Eso se debe al trabajo de visibilización que emprendieron hace unos años desde Cegasal
Sí. El mundo de la discapacidad tiene cierta inercia, tiende a la endogamia, a trabajar para ellos. En un momento dado, Cegasal se dio cuenta de que la sociedad tenía que saber lo que hay. La ley nos marca que un centro especial de empleo tiene que tener como trabajadoras a un 70% de personas con discapacidad, en Galicia alcanzamos un 98%. La sociedad gallega, en general, y las organizaciones empresariales, en particular, tenían que saber qué es Cegasal, y qué oportunidades ofrece a las personas con discapacidad en todos los sentidos.
Pongo un ejemplo, durante la pandemia hemos detectado que hay una discapacidad especialmente complicada: la enfermedad mental. Ahora tenemos el objetivo, gracias a un pacto con el Sergas, de generar empleo para las personas con enfermedades mentales. Estamos empezando a hacer cursos a medida para la discapacidad mental y vamos a tener éxito.
La formación resulta fundamental para poder incorporar a las personas con discapacidad al mercado laboral.
Fundamental. Pero es una formación diferente a la que conocemos. A una persona con una enfermedad mental no la puedes meter en una sala dos horas a hacer un curso. Tienen que ser 20 minutos, tiene que tener de guías a los psiquiatras y a los psicólogos. Poco a poco. En un momento dado podrá empezar a trabajar. Hay personas con discapacidad mental que solo pueden trabajar cuatro horas. ¡Benditas cuatro horas! La mejor integración en la sociedad de una persona con discapacidad es el empleo. No lo olvidemos
Parte de la discriminación que sufren las personas con discapacidad deriva de estereotipos y desconocimiento de su realidad. ¿La gente se sorprendería si visitase alguno de sus centros?
Totalmente, dirían que es otro mundo diferente. Desde Cegasal vamos a lanzar una campaña en los colegios sobre el trabajo de la discapacidad. Es fundamental educar desde la base, desde los colegios. Solo así podremos luchar contra el estigma social de la enfermedad mental. Yo, que soy persona con discapacidad, soy hemofílico, viví los tiempos en los que la hemofilia era una enfermedad apestada porque en su día hubo contagios de VIH, de sida y de hepatitis C. Pero no somos apestados, y el tiempo demostró que no lo éramos. Pues como eso, con otras muchas más discapacidades. Somos personas que tenemos nuestra función, pero este mensaje debe ser lanzado, debe llegar a la ciudadanía, tenemos que demostrar que somos iguales.
Actualmente, las cifras de los centros especiales de empleo que conforman la asociación son más que buenas: el 96% de las plantillas está formado por personas con discapacidad, son más de 30 centros, facturan más de 70 millones de euros y emplean a más de 1800 personas en más de 14 sectores productivos. ¿Cuáles son los objetivos para los próximos años?
Para los próximos años nos concentraremos en dos aspectos; el primero es la enfermedad mental. Tenemos que dar respuesta a esa discapacidad tan oculta por la sociedad y por las mismas personas con discapacidad y las familias. El segundo es velar para que no se haga negocio con personas con discapacidad. ¿A qué me refiero? Pues a la existencia de centros especiales de empleo con ánimo de lucro. Estamos intentando que eso se corte. No se puede repartir el beneficio entre unos pocos. En un estudio que hizo Cegasal con una empresa externa, para conocer el impacto de nuestra filosofía y de la otra, se demostraron dos cuestiones clave: generamos 750 puestos de trabajos más que los centros con ánimo de lucro; y repartimos los beneficios internamente para cuestiones como formación, ampliación, etc. Pero los centros con ánimo de lucro reparten beneficios, no tienen activos.
En los últimos años, gobiernos de todo color han potenciado las políticas de Economía Social y con esto también los centros especiales de empleo. ¿Han notado un cambio desde la administración en su forma de ver y de relacionarse con los Centros Especiales de Empleo?
Algo sí, pero no lo suficiente. Un ejemplo, con la nueva Ley de Contratos del Estado, en la que Cegasal tuvo algo que ver, se dice que tiene que haber entre el 5 al 7% de contratos reservados para Centros Especiales de Empleo de iniciativa social. Desde Cegasal estamos viendo que se están creando fundaciones y asociaciones ficticias que no tienen ninguna actividad hacia la discapacidad, pero que tienen centros especiales de empleo. Eso no se puede permitir. Desde Cegasal estamos vigilando y denunciaremos esas acciones, es algo que no podemos dejar pasar.
Entonces, ¿una parte del trabajo de Cegasal también es la vigilancia de que lo conseguido hasta ahora se cumpla?
Exactamente. Las leyes están para cumplirlas. Hay una ley que todas las administraciones públicas tienen que cumplir: la contratación para centros de empleo de nuestra característica de un mínimo de un 5% a un máximo de un 7%. En nuestra comunidad autónoma hay casos en los que no se cumple. Hay ayuntamientos que son ejemplares en este aspecto, pero otros incumplen. Nosotros tenemos servicios, podemos prepararnos para las actividades, pero deben seguir la ley al respecto. Desde Cegasal creemos que, a mayores de las leyes, una sociedad deber ser ética. Eso es lo que buscamos desde Cegasal, una sociedad ética y trabajamos por esa sociedad ética.
Recientemente fue homenajeado en la presentación del Manifiesto por la economía social. ¿Qué supuso ese momento de reconocimiento por parte de la economía social?
Tengo que decir, si soy honesto como ser humano, que me ha gustado mucho porque han sido muchos años de esfuerzo. Pero también tengo que decir que el éxito de Cegasal no es un éxito mío, es de un grupo de personas que lo hicieron realidad. Yo solo no lo podría haber hecho. Por lo tanto, este reconocimiento me llena de orgullo y satisfacción, como ser humano, pero también es un reconocimiento para esa gente, los 1842. Esas personas que entendieron la filosofía de Cegasal - directivos, mandos intermedios, personas trabajadoras-; personas que supieron ver que eso valía la pena. Es un éxito conjunto basado en una filosofía, en la ética, en la transparencia, en la realidad. Eso es el éxito.
Lleva tres lustros como presidente de Cegasal.
Y termino, no me presento a las próximas elecciones que son en julio del próximo año. Soy de los que piensan que todos tenemos una etapa en la vida. En este momento, Cegasal está en una situación muy buena, en todos los aspectos, y hay que dar paso a nuevas generaciones. Y aquí quiero decir que también somos referentes en el liderazgo femenino. Las mujeres con discapacidad tienen que dar un paso adelante, que lo están dando, y estoy convencido de que serán ellas las que van a gobernar esta organización, indudablemente.